Quedan secuelas en el alma. Heridas que nunca lograron cicatrizar en el pueblo. Un régimen cívico militar que quebrantaba el Estado de Derecho y la democracia. Pero, ¿a quiénes y qué recordamos?
Hace 39 años, el ejército Argentino desembarcaba en las Islas Malvinas. Los recordamos con altivez, y un profundo dolor que arde en el corazón de cada argentino. Las Islas son usurpadas desde el año 1833 por Inglaterra, siendo que durante la guerra, el puesto de primera ministra lo ocupaba Margaret Tatcher. El conflicto bélico fue iniciado por el dictador Leopoldo Galtieri en época de facto, quien impulsó el envío de cientos de jóvenes argentinos a que fueran a luchar. Cuestiones políticas que buscaban limpiar su nefasto régimen sobraban. La censura previa a la prensa era algo exorbitante, pero real: los medios masivos de comunicación se ocupaban de enmascarar la realidad con algo tan pésimo como son los montajes fotográficos.
La edad de los jóvenes era de 20 años en general, un estudiante promedio que podemos ver en los pasillos y aulas de nuestra escuela, finalizando el estudio secundario técnico o en cualquier facultad. Totalmente verificable la incapacidad con la que contaban, sin formación militar ni equipamiento necesario, y mucho menos el acompañamiento psicológico que se requiere. El pueblo argentino estaba siendo atacado, la juventud estaba siendo arrancada. Mientras tanto se enviaban cartas, chocolates, y regalos. De esto no hay dudas: el patriotismo se seguía respirando.
Las Malvinas tienen recursos de todo tipo, desde naturales hasta estratégicos, pero el régimen totalitario estaba vendiendo el más importante: el humano. Recordamos a cada caído que dejó su sangre, y cada veterano que sigue luchando por calmar la guerra que sigue viva en su memoria, colmada de torturas, violaciones sistemáticas a derechos humanos y tormentos.
Es una deuda de la democracia la efectiva reivindicación de los ex combatientes, tan aclamada por los mismos a partir de su fuerte pisada en la historiografía argentina, destacando la importancia de la soberanía que nace en lo popular. Así lo expresa Esteban Tries en su relato: “saber que vas a luchar por tu compañero, siempre está la mirada de un hermano, con la misma incertidumbre” resaltando la importancia de lo colectivo, con frío, con hambre, como argentinos.
Hoy, 2 de abril, conmemoramos el día del veterano y de los caídos en la guerra de Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur. ¡Son argentinas! clama el viento, ruge el mar, y grita el pueblo.
Danila Labella
Estudiante de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales - UNLP
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